lunes, 13 de septiembre de 2010

Procesión a Isla Contoy




Eran las ocho treinta en punto, cuando desde el interior de la Iglesia de la Virgen de la Inmaculada Concepción, ya se dejaban escuchar las voces que entonaban: “Oh María, madre mía…”. Sin duda alguna, esta era la señal de que los fieles de la Virgen de la Caridad del Cobre, estaban listos para abordar los barcos que los llevarían a la Isla Contoy, lugar donde se los pescadores la veneran.
Minutos más tarde, utilizando la fuerza del hombre, la Virgen fue trasladada a la embarcación llamada “Don Mario”, en la cual iba un grupo de aproximadamente 30 personas, incluido el párroco de Isla Mujeres, Jesús Martínez.
Durante el trayecto hacía Isla Contoy, las personas encargadas de acompañar en el viaje a la cuidadora de los pescadores, rezaron un rosario y entonaron diversas canciones que alegraban no sólo a la embarcación, sino también a algunos habitantes marinos, pues varias tortugas, estrellas de mar, mantarrrayas y bancos de peces se dejaron ver en el camino.
A pesar de que la Virgen de la Caridad del Cobre, tiene origen cubano, los isleños le tienen mucha fe, “pues es muy milagrosa”, dice Alonso Chitus, fiel creyente de la virgen y afirma que no sólo es la madre de los pescadores sino de todo aquel que le tenga fe.
“Cachita”, como le llaman de cariño, se apareció en la bahía de Nipe en Santiago de Cuba, en el año de 1913, después de tres días de agua y tormenta, cuando, Rodrigo, Juan de Hoyos y Juan Moreno, navegaban por esos mares, cuenta el párroco de Isla Mujeres.
Añade que según la historia dice: “se apareció, entre la espuma del mar, la vimos a lo lejos, parecía una tablita, nos acercamos y vimos que era como una muñeca que decía, yo soy la Virgen de la Caridad”, comentó.
El padre, también explica, el por qué los isleños, veneran a una Virgen cubana, pues recuerda que algunos de los primeros pescadores en la ínsula eran cubanos y por lo tanto trajeron sus tradiciones.
Y es así como los “vecinos”, le regalaron su Virgen a Contoy, pues es este santuario de aves, dónde los pescadores hacen campamentos.
A la Virgen de la Caridad del Cobre, la alberga su altar de hecho de madera, desde el mes de septiembre, que es cuando se abre la temporada de langosta, hasta mediados de abril que es tiempo de veda.
Una vez frente al altar las aproximadamente 300 personas, el padre comenzó a dar la Santa Misa, en la que abordó el tema del amor, pues si bien mencionó los bienes materiales como pasajeros, así como el poder que un hombre pueda tener.
Dijo, que no servía de nada, si Dios disponía otra situación. Pidió a los fieles, no dejarse llevar por las imágenes que hoy en día se ven en la televisión.
En tanto, el encargado de leer la segunda lectura de la ceremonia fue el secretario general, Manuel García García, quien en seguimiento del tema, dijo unas palabras, acerca de la injusticia y la verdad.
Una vez finalizada la ceremonia religiosa, los asistentes entonaron las mañanitas “para que todo el mar los escuchara”, así mismo emocionados se tomaron algunas fotografías con la virgen, sin dejar de lado, las velas, o imágenes, que depositaron a manera de ofrenda, frente a su “patrona”.
La manera de despedirse de la Virgen fue cantando: “Hoy en la playa llena de palmeras la Virgen del Cobre cuida al pescador…”.

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